Algunas especies de Penicillium pueden presentar un peligro, ya que producen toxinas conocidas como micotoxinas. Estos son especialmente peligrosos para las personas con alergias o sistemas inmunológicos comprometidos. Otras especies de Penicillium son útiles en la industria alimentaria y farmacéutica y tienen efectos beneficiosos para los seres humanos.
Se conocen 200 especies de Penicillium. Penicillium chrysogenum es la especie más común en ambientes interiores y es responsable de muchas reacciones alérgicas en personas con sensibilidad. Otras especies pueden producir toxinas que dañan los órganos internos y son carcinógenos potenciales. Uno de los usos más conocidos de Penicillium es la producción de medicamentos que detienen el crecimiento de bacterias, conocidas como antibióticos.
