El esperma se fabrica en los testículos masculinos a través de un proceso llamado espermatogénesis, que desarrolla células inmaduras llamadas espermatogonia en espermatozoides completamente maduros llamados espermatozoides. Esto comienza en los túbulos seminíferos, donde la espermatogonia se divide Un proceso llamado mitosis. En la última etapa de la maduración, llamada espermiogénesis, la célula espermática se alarga, hace crecer una cola y gira de modo que su cola se enfrenta al interior del tubo.
En el proceso de maduración, la cabeza del espermatozoide desarrolla un capuchón llamado acrosoma, que ayuda a romper la pared del óvulo femenino durante la fertilización. La cola impulsa el esperma con un movimiento ondulado. Una vez que el esperma está completamente maduro, viaja a través de los túbulos seminíferos y se almacena en el epidídimo de los testículos hasta que sale del cuerpo durante la eyaculación.
Desde el inicio del proceso hasta el final, se tarda unos 70 días en producir esperma. Los niños comienzan a producir esperma cuando pasan por la pubertad. Los espermatozoides se producen continuamente en los hombres, a diferencia de las mujeres que ovulan solo una vez al mes. En los machos humanos con sistemas reproductivos normales, cada eyaculación contiene aproximadamente 200 a 300 millones de espermatozoides. Además de los espermatozoides, el semen eyaculado contiene una serie de otros líquidos, incluidas las secreciones de las vesículas seminales, la glándula de Cowper y la glándula prostática.