Cuando algo se puede disolver o licuar en presencia de otra sustancia, se considera soluble según los estándares científicos. El grado de solubilidad puede variar. Las sustancias pueden ser completamente insolubles, solubles solo en ciertas condiciones o extremadamente solubles en la mayoría de las condiciones.
La solubilidad de una sustancia es altamente dependiente de la relación entre el soluto y el solvente. El soluto es la sustancia que se disuelve, mientras que el solvente es la sustancia en la cual se disuelve el soluto. Cuanto más fuerte sea la atracción entre el soluto y el disolvente, mayor será la solubilidad de la sustancia. Cuando la atracción es débil, hay menos solubilidad. Cuando un soluto se disuelve en un solvente, la sustancia resultante se llama solución.