Las estrellas se forman cuando las nubes de polvo y gas interestelar se colapsan sobre sí mismas y se calientan, lo que eventualmente lleva a la fusión nuclear de hidrógeno en helio. Varias estrellas se forman típicamente de una sola nube, lo que las convierte en estrellas grupos extremadamente comunes.
De acuerdo con la NASA, las estrellas se forman cuando las nubes de gas y otro material ganan suficiente masa para comenzar un colapso por gravedad o son activadas por una fuente externa. La onda de choque de una supernova cercana o el acercamiento cercano de una galaxia vecina son dos factores que se sospecha que provocan un colapso gravitacional. El colapso comienza a concentrar porciones de la nube en densos nudos de material. A medida que se arrastra y comprime más material, el centro del nudo comienza a calentarse, y una vez que la presión exterior del material comprimido es igual a la fuerza de gravitación del material que entra, nace un protoestrella.
Todo el material presente en el momento de la formación estelar no entra en la creación de la estrella. Gran parte del nudo original de material todavía rodea al protoestrella. Irradiando hacia afuera en un disco aplanado, y este material puede eventualmente unirse en planetas, lunas, asteroides o cometas. La nueva tecnología ha permitido a los astrónomos vislumbrar este proceso en acción, y los telescopios de rayos X han tomado imágenes de los nudos de gas que se están formando, generalmente invisibles dentro de la nube de gas y polvo.