Los enlaces químicos se forman cuando los átomos reactivos e inestables buscan configuraciones estables al compartir, donar o recibir electrones de valencia de otros átomos. Los enlaces se descomponen cuando una cantidad específica de energía conocida como la energía del enlace se aplica al enlace.
La energía de enlace requerida para descomponer un enlace depende del tipo de enlace. Cuanto más fuerte es el enlace, mayor cantidad de energía se necesita para destruirlo. Debido a que los enlaces covalentes son fuertes, los enlaces no se descomponen espontáneamente en la naturaleza sin la aplicación de energía de enlace. La energía de enlace puede provenir de diferentes fuentes de energía, como el calor. Las reacciones endotérmicas son reacciones químicas en las que el calor se absorbe para aplicar la energía de enlace necesaria para destruir el enlace y cambiar los compuestos.
Los enlaces químicos se forman espontáneamente porque los átomos son naturalmente inestables y reactivos. El tipo de enlace que forman depende de su electronegatividad. Las diferencias más pequeñas en la electronegatividad dan como resultado enlaces covalentes y las mayores diferencias dan como resultado enlaces iónicos. La atracción y las fuerzas intermoleculares de los enlaces determinan su fuerza y energía de enlace. Debido a que el enlace químico implica la transferencia de energía, como los átomos que donan y reciben electrones de valencia en enlaces iónicos, se producen reacciones exotérmicas o reacciones que emiten energía calorífica.