Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América, la ansiedad es una reacción natural y saludable en situaciones como intentar conseguir un nuevo trabajo, estar en una situación peligrosa, experimentar una ruptura romántica o experimentar tristeza o dificultad para dormir inmediatamente después Un evento traumático. Si la ansiedad interfiere con las actividades diarias al ser persistente, aparentemente incontrolable o abrumadora, es posible que tenga un trastorno de ansiedad.
La diferencia entre la ansiedad normal y cotidiana y un trastorno de ansiedad no es una distinción simple. Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y los ataques de pánico, la agorafobia, el trastorno de ansiedad social, el mutismo selectivo, la ansiedad por separación y las fobias específicas. El trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de estrés postraumático están estrechamente relacionados con los trastornos de ansiedad. La depresión, aunque es diferente de la ansiedad, puede tener síntomas similares, como nerviosismo, irritabilidad y problemas para dormir y concentrarse.
Reconocer la diferencia entre la ansiedad diaria y un posible trastorno de ansiedad es importante. La ansiedad cotidiana, por ejemplo, incluiría volverse ansioso o temeroso de un objeto, lugar o situación peligrosa. Un trastorno de ansiedad puede causar miedo irracional o la evitación de un objeto, lugar o situación que plantea poca o ninguna amenaza de peligro. Quedar atrapado en una situación embarazosa puede causar ansiedad normal, pero evitar las situaciones sociales por temor a ser juzgado o avergonzado puede ser un signo de un trastorno de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad son enfermedades psiquiátricas comunes que afectan a unos 40 millones de adultos estadounidenses. Los trastornos de ansiedad son altamente tratables, y debe visitar a un médico si su ansiedad interfiere con su vida diaria.