La reacción popular de los estadounidenses al lanzamiento de Sputnik fue de shock y ansiedad. Sputnik se lanzó en 1957, aún cerca del inicio de la Guerra Fría, y la Unión Soviética, el mayor enemigo de los Estados Estados en ese conflicto, habían ganado la primera parte de la carrera espacial.
Sputnik fue una victoria significativa pero sobre todo simbólica para la Unión Soviética. El satélite no tenía una función real, solo orbitaba la Tierra y enviaba señales de radio aleatorias. Se lanzó con un cohete de keroseno crudo. No obstante, su lanzamiento llevó a los Estados Unidos a intensificar sus esfuerzos en la carrera espacial.