Las personas pueden conservar los recursos minerales utilizando recursos renovables. Por ejemplo, el uso de la hidroelectricidad y la energía solar como fuentes de energía pueden conservar recursos minerales como el carbón. Los recursos minerales también se pueden conservar a través del reciclaje. Un buen ejemplo es el reciclaje de chatarra. Además, el uso de nuevos métodos tecnológicos de minería y la capacitación de los mineros conservan los recursos minerales al garantizar un desperdicio mínimo durante la minería.
Los ejemplos de minerales incluyen hierro, aceite, cobre, sal, oro y plomo. A diferencia de los recursos naturales, los recursos minerales no son renovables, se distribuyen de manera desigual en el mundo y tardan muchos años en formarse. Una forma importante de conservar algunos minerales es mediante la sustitución, cuando los recursos abundantes se sustituyen por los escasos. Los recursos minerales que requieren una pequeña cantidad de energía durante la refinación, como el aluminio, deben reciclarse.
Las actividades de minería y refinación tienen efectos adversos en el medio ambiente, incluida la destrucción de la tierra del hábitat y la contaminación del aire y el agua. Estos impactos negativos pueden minimizarse mediante la conservación de los recursos minerales. Los recursos minerales influyen cada vez más en las relaciones internacionales. En los países donde se han descubierto recursos minerales, sus economías han mejorado significativamente. Por ejemplo, los países productores de petróleo en África se consideran ricos debido a los ingresos generados por el petróleo y sus productos.