Buscar tratamiento temprano con un dermatólogo es una de las mejores maneras en que las mujeres con una predisposición genética a la pérdida de cabello pueden ejercer la prevención, señala WebMD. No fumar y limitar el consumo de alcohol también reduce el riesgo de pérdida de cabello de una mujer, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.
Aunque la pérdida de cabello se considera principalmente como un problema masculino, el 60 por ciento de las mujeres mayores de 70 años y el 5 por ciento de las personas menores de 30 años experimentan pérdida de cabello, según WebMD. La alopecia androgenética es una condición genéticamente heredada que causa la caída del cabello, y WebMD explica que las mujeres que heredan la condición no pueden evitar que su cabello se caiga al limitar la exposición del cabello al calor y los productos químicos. Una mujer con este tipo de pérdida de cabello con patrón femenino puede experimentar un nuevo crecimiento del cabello con Minoxidil al 2 por ciento, que es el único medicamento que la FDA aprueba para la pérdida de cabello con patrón femenino, a partir de 2014.
Algunas pérdidas de cabello en la mujer están relacionadas con factores del estilo de vida y el estrés en lugar de con la genética. Por ejemplo, el uso excesivo de tintes para el cabello y peinados ajustados como las hileras de maíz puede hacer que el cabello se caiga temporalmente, señala WebMD, por lo que limitar el uso de tintes y peinados ajustados puede prevenir la pérdida de cabello en las mujeres. Los estudios realizados por la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos también indican que las mujeres divorciadas o viudas tienen un mayor riesgo de pérdida de cabello relacionada con el estrés. Algunos problemas de salud, como el hipotiroidismo y la deficiencia de hierro, también pueden conducir a la pérdida del cabello, y tratarlos a menudo puede hacer que el cabello vuelva a crecer, señala Prevención.