El nervio vago afecta la frecuencia cardíaca al aumentar la dilatación de los vasos sanguíneos y disminuir la presión arterial, según Healthline. La estimulación del nervio vago puede causar una caída del flujo sanguíneo al cerebro y una pérdida de conciencia conocida como síncope vasovagal.
El nervio vago es una parte del sistema parasimpático del cuerpo; disminuye la frecuencia cardíaca y ayuda a devolver al cuerpo un estado de calma después de una experiencia estresante o amenazadora. También es responsable de establecer el ritmo cardíaco en reposo de una persona, explica el Centro del Corazón de Sarver. Una mayor actividad del nervio vago puede acompañar a una menor frecuencia cardíaca en reposo.
El nervio vago se extiende desde el tronco cerebral hasta las aurículas del corazón, señala Circulation, una revista médica de la Asociación Americana del Corazón. En el corazón, el nervio vago libera el neurotransmisor acetilcolina en el nodo sinusal que controla el ritmo de los latidos del corazón. Esto produce relajación y estimula la dilatación de los vasos sanguíneos, contrarrestando la mayor conciencia causada por el sistema simpático y permitiendo que la frecuencia cardíaca disminuya.
La fuerte actividad del nervio vago es responsable de la lentitud del ritmo cardíaco de muchos atletas, informa el Centro del Corazón de Sarver. Sin embargo, una frecuencia cardíaca anormalmente lenta puede indicar un defecto cardíaco en no deportistas y es un predictor de mortalidad, según Circulation.