La lluvia ácida no se puede detener por completo, pero se puede reducir de varias maneras, incluyendo el cambio de fuentes de combustible a gas natural, petróleo o fuentes de energía renovable, eliminando el azufre del carbón antes de quemarlo y quemarlo de manera más eficiente, usando procesos de combustión en lecho fluidizado para quemar el carbón, cambiar al carbón con bajo contenido de azufre y eliminar el azufre de la chimenea de humo después de la combustión a través de la instalación de equipos de control de la contaminación.
La lluvia ácida se debe principalmente a la emisión de dióxido de azufre (SO2) de las centrales eléctricas que queman carbón. Los vehículos también son fuentes importantes de los contaminantes que causan la lluvia ácida al emitir óxidos de nitrógeno. El uso de fuentes de energía renovable puede ayudar a reducir la lluvia ácida porque estas fuentes están libres de azufre y producen menos contaminación. Los fabricantes de vehículos deben usar tecnologías en sus vehículos que reduzcan la cantidad de óxidos de nitrógeno y otros contaminantes que liberan. Un tipo de tecnología que se puede utilizar en los vehículos se llama convertidor catalítico. Esta tecnología es muy efectiva para reducir la cantidad de óxidos de nitrógeno liberados por los automóviles. Los usos de combustibles alternativos como el gas natural también pueden ser una buena solución. Estas soluciones no tendrán sentido a menos que las personas estén informadas y sean conscientes de los efectos nocivos de esta lluvia. Por lo tanto, se debe realizar un esfuerzo generalizado para que las personas tomen conciencia de los efectos peligrosos de la lluvia ácida.