Las muertes por arsénico suelen ser resultado de una intoxicación aguda e implican una insuficiencia cardíaca debida a un shock hipovolémico. El shock hipovolémico consiste en una pérdida severa de sangre y líquidos, lo que produce una disminución de la función cardiovascular. >
El arsénico es un elemento químico natural que también forma compuestos con otros elementos, como oxígeno, potasio, sodio y azufre. El arsénico se une fácilmente a los glóbulos rojos, lo que permite su distribución en todo el cuerpo. En el cuerpo humano, el arsénico interrumpe la síntesis de ATP, que es vital en casi todas las vías celulares; sin ATP, los sistemas de órganos múltiples fallan.
El arsénico daña los capilares. Las víctimas de envenenamiento por arsénico a menudo exhiben lesiones en el tracto gastrointestinal. Estas lesiones conducen a síntomas como sed, diarrea con sangre, pulso superficial y debilidad general. La pérdida interna de sangre eventualmente causa que el corazón falle.
La exposición al arsénico se produce a través de varias rutas. El agua de pozo que contiene sales de arsénico es una fuente de envenenamiento crónico, al igual que la exposición al arsénico a través de los alimentos. Algunos granos, como el arroz, acumulan arsénico fácilmente si el elemento está presente en el suelo. Ciertos mariscos también absorben el arsénico. El uso de arsénico para tratar y preservar la madera presenta un potencial de exposición, especialmente cuando esa madera se quema en un área cerrada. El arsénico también puede estar presente en algunos medicamentos, especialmente en las variedades no tradicionales u homeopáticas.