Una ameba excreta el desperdicio al mover la basura a través del citoplasma dentro de la célula a la membrana celular, y luego se envía a través de la vacuola contráctil. El exceso de residuos puede dejar el cuerpo de la célula.
Una ameba es un organismo que está formado por una sola célula. Esta célula está compuesta de varias partes de la ameba, incluidos los orgánulos y el citoplasma. El citoplasma constituye el cuerpo de la ameba y mantiene los orgánulos en su lugar al tiempo que permite que información importante, como el ADN, se transmita a través de la célula. La ameba está rodeada por una estructura llamada membrana celular, que le permite respirar y recibir nutrición.
La membrana celular es responsable de mantener la ameba junta, pero también permite que la ameba obtenga lo que necesita del mundo exterior y elimina lo que hace que eso sea un exceso. El agua y el oxígeno pueden pasar a través de la membrana celular a través del proceso de ósmosis porque sus partículas son muy pequeñas. Los desechos que salen de la celda no pueden salir por ósmosis o difusión de la misma manera que lo hace el agua porque las partículas de desechos son demasiado grandes. La vacuola contráctil se contrae para permitir un espacio de salida para que los residuos salgan de la celda.