Un imán débil se vuelve más fuerte cuando se frota con un imán fuerte durante varios minutos. El imán fuerte debe ser frotado en una sola dirección. Este procedimiento no debilita el imán más fuerte.
El imán débil debe colocarse horizontalmente sobre una superficie plana mientras se frota. Atar un imán débil junto con un imán poderoso también fortalece el imán débil durante un largo período de tiempo. Los polos opuestos de los imanes deben estar uno frente al otro para que este proceso funcione. Si los polos iguales se atan juntos, los imanes se repelen entre sí. Tanto el calentamiento como el martillado debilitan un imán.