El clima en Venus se describe mejor como ventoso y caliente. La temperatura puede elevarse a 860 grados Fahrenheit y los vientos pueden soplar a velocidades de hasta 224 millas por hora.
Venus tiene una atmósfera que está compuesta casi completamente de dióxido de carbono con una pequeña cantidad de ácido sulfúrico y nitrógeno. Su temperatura excesiva se debe al efecto invernadero causado por tanto dióxido de carbono: forma una manta que evita que el calor se disipe. Las pesadas y gruesas nubes que protegen la superficie de Venus prohíben la observación visible del planeta. Venus no experimenta estaciones porque muy poco del calor del sol penetra en su atmósfera, y el planeta solo hace una rotación completa una vez cada 243 días terrestres.