¿Cómo interactúan las cosas vivas y no vivas en el medio ambiente?

Las cosas vivas y no vivas están estrechamente vinculadas entre sí en un ecosistema. Las cosas que no viven en el entorno afectan a qué seres vivos pueden sobrevivir en ese entorno.

En un ecosistema, los seres vivos interactúan entre sí, como un conejo comiendo plantas o un búho comiendo un ratón. Los seres vivos pueden interactuar con los que no viven en el ambiente, como las plantas que afectan la química del suelo al absorber los nutrientes a través de sus raíces. Del mismo modo, las cosas que no viven en un entorno pueden dictar qué tipos de seres vivos pueden sobrevivir allí. Por ejemplo, la salinidad del agua afecta a los tipos de plantas y animales que viven allí. Todas las cosas vivas y no vivas trabajan juntas para formar un ecosistema.

Factores bióticos en un ecosistema      Los seres vivos en un ecosistema se conocen como los factores bióticos. Su tamaño varía desde las algas microscópicas en el estanque hasta los animales grandes que vagan por el suelo. Aunque viven en diferentes comunidades, todos dependen de los recursos compartidos en el hábitat. Hay un equilibrio entre todos los organismos que viven aquí y eliminar o cambiar uno puede tener un impacto significativo en todo el ecosistema.

Factores abióticos en un ecosistema      Las cosas que no viven en un ecosistema se conocen como factores abióticos. Estos son el suelo, la temperatura, la precipitación e incluso la cantidad de luz solar. Todos estos factores determinan qué tipos de vida puede soportar ese entorno. Eliminar algo tan pequeño como un solo nutriente del ecosistema afecta a los tipos de plantas y animales que pueden sobrevivir allí. Alternativamente, agregar otro recurso no vivo al medio ambiente puede tener el mismo resultado, atrayendo otros tipos de organismos vivos que antes no existían. Ambos escenarios pueden alterar enormemente el ecosistema.

Interacciones entre factores bióticos y abióticos en un ecosistema      Si bien hay millones de formas para que las cosas vivas y no vivas interactúen entre sí en un solo ecosistema, algunas son más fáciles de señalar que otras. Las plantas absorben el agua y los nutrientes del suelo y la luz del sol para producir alimentos o energía. Las plantas y los animales utilizan la radiación solar para mantenerse calientes. Cuando las plantas y los animales mueren, sus cuerpos se descomponen y liberan nutrientes en el suelo. Aunque el suelo contiene millones de seres vivos microscópicos, no está vivo. Este suelo nutrido luego devuelve a las plantas.

Al igual que las plantas y los animales sobre el suelo, los animales acuáticos también dependen de los factores abióticos en sus ecosistemas. Las plantas acuáticas dependen de la luz del sol para someterse a la fotosíntesis. Algunos animales acuáticos dependen del agua para respirar, mientras que otros deben salir a la superficie para obtener aire.

Cambios en el entorno      Los cambios en el medio ambiente pueden tener un impacto devastador en el ecosistema. Si la temperatura es demasiado alta o baja, las plantas pueden morir y obligar a los animales a migrar para encontrar otras fuentes de alimentos. La introducción de sustancias químicas tóxicas, como las aguas residuales o los derrames de petróleo, puede matar plantas y animales o manchar el suelo para que no pueda soportar los seres vivos. Hay un equilibrio entre todas las cosas vivas y no vivas en un ecosistema, y ​​todas dependen unas de otras para sobrevivir.