El sistema muscular es responsable de controlar los músculos esqueléticos y los músculos de los órganos internos, incluidos el corazón, el estómago y los intestinos. Se conecta con el sistema nervioso y recibe información de neuronas eferentes, lo que Para responder a estímulos externos o internos.
Los músculos esqueléticos se unen a los huesos por los tendones. Cuando reciben la señal del cerebelo para contraerse o extenderse, tiran del tendón, que a su vez tira del hueso y mueve la extremidad. Por ejemplo, los músculos que se usan para levantar un objeto con los brazos incluyen los músculos del bíceps y del antebrazo. El tendón del bíceps se conecta al antebrazo. Cuando los bíceps se contraen, el tendón tira del antebrazo. Los músculos esqueléticos suelen existir en pares que se complementan entre sí, como el par de bíceps /tríceps, los músculos del cuadríceps /pantorrilla y más.
Por el contrario, el tejido muscular liso y el músculo cardíaco son involuntarios. Sus funciones están controladas por la médula, que es responsable de funciones vitales como los latidos del corazón. Un ejemplo de acción muscular involuntaria es la expansión y contracción del diafragma. Esto permite que los pulmones se expandan y tomen aire. Otro ejemplo es la peristalsis, que ocurre en el esófago y los intestinos. Esta es una ola de contracción que mueve los alimentos a lo largo del tracto digestivo.