Mezclar una base con un ácido produce una reacción química llamada neutralización. El resultado es una solución perfectamente equilibrada de sal y agua con un pH de 7 si el ácido y la base se equilibran correctamente. Dependiendo de las bases y ácidos utilizados, puede ser un experimento peligroso.
La mezcla de un ácido y una base da como resultado la neutralización, pero los resultados son potencialmente peligrosos. No importa qué ácido o base se use, la solución resultante es agua y diversos tipos de sal. El proceso de neutralización a menudo implica que las sustancias se calientan cuando se juntan. Si la solución se calienta demasiado o demasiado rápido, es posible que se produzca una explosión violenta o la creación de gases nocivos o inflamables. Esto ocurre cuando los productos químicos se mezclan demasiado rápido, el ácido y la base son demasiado fuertes o si no hay sal disponible para la solución.
Un ejemplo leve de esto es cuando el bicarbonato de sodio (una base) se mezcla con vinagre (un ácido). La solución burbujea fuera de control cuando las sustancias se encuentran. Dado que los ácidos y las bases a menudo son cáusticos y dañinos para los tejidos corporales, el experimento es peligroso para las personas que utilizan químicos desconocidos.
