Venus, el segundo planeta del sol, es ligeramente más pequeño que la Tierra y está cubierto por gruesas nubes de ácido sulfúrico que dificultan la observación de su superficie. Venus aparece como un objeto brillante en el cielo de la mañana.
La superficie de Venus se ha mapeado utilizando tecnología de radar. Debajo de las gruesas capas de nubes, este planeta tiene una superficie relativamente lisa, pero se han descubierto características geológicas como volcanes, cráteres, montañas y cañones. Venus no tiene agua y es el planeta más caliente del sistema solar. La mayor parte de su superficie está hecha de roca volcánica, y se han observado flujos prominentes de lava.