Las hojas de los árboles en una taiga se describen como agujas con un color oscuro y una capa cerosa. Taiga es un bosque de coníferas lleno de abetos, árboles de hoja perenne, pinos y abetos. A diferencia de los árboles de hoja caduca, los árboles de coníferas no dejan caer sus hojas.
Las hojas de los árboles coníferos se adaptan a los climas que se encuentran en la taiga. Las taigas tienen veranos suaves e inviernos largos y fríos, lo que dificulta que los árboles que dejan caer las hojas vuelvan a crecer en la primavera. Por esta razón, los árboles coníferos no dejan caer las hojas, lo que les permite conservar energía. A pesar de la gran nevada que generalmente se encuentra en una taiga, el suelo permanece congelado durante largos períodos, lo que significa que los árboles no pueden absorber el agua con sus raíces. Las agujas finas que se encuentran en los árboles tienen una superficie más pequeña que las hojas de los árboles de hoja caduca, lo que limita la evaporación del vapor de agua de las hojas.
El recubrimiento ceroso de las agujas ayuda a aislar el agua y la mantiene dentro de las hojas. Los árboles coníferos también tienden a ser de color oscuro, lo que ayuda a las agujas a absorber la luz solar para su uso en la fotosíntesis. Las agujas son puntiagudas, lo que ayuda a que el exceso de humedad y la nieve se deslicen en lugar de sentarse en el árbol y lesionar las ramas.