La fricción hace que un objeto en movimiento disminuya la velocidad. La fricción aplica la fuerza en la dirección opuesta a la ruta existente del objeto. Un jugador de béisbol que se deslice en una base disminuirá la velocidad debido a la fricción entre el suelo y su cuerpo.
Los científicos miden la fricción en función de los materiales que se rozan entre sí. El velcro contra la tela tiene un alto coeficiente de fricción, que es una medida de la facilidad con la que dos objetos se mueven cuando están en contacto entre sí. Cuanto mayor sea el coeficiente de fricción, más fricción existe entre los dos objetos. Por ejemplo, un revestimiento antiadherente en una bandeja, como el teflón, tiene un coeficiente de fricción mucho menor que una bandeja sin dicho revestimiento. Esto permite que la bandeja se limpie muy fácilmente.
La presencia de sustancias adicionales influye en la fuerza que la fricción puede ejercer sobre un objeto. Un automóvil que frena hasta detenerse en una carretera seca tiene menos dificultades que un automóvil que conduce durante una tormenta. La presencia de líquido interfiere con el contacto que los frenos hacen con el rotor en las ruedas del automóvil, lo que reduce la velocidad de frenado. El agua también interfiere con el contacto entre los neumáticos y la carretera, lo que reduce el trabajo de fricción.