El oído interno afecta el equilibrio al sentir el movimiento de la cabeza y al enviar señales apropiadas al cerebro a través del nervio acústico, de acuerdo con la Asociación Estadounidense de Discurso, Lenguaje y Audición. El sistema de equilibrio del oído interno contiene células capilares sensoriales, que están rodeadas y detectan el movimiento de un líquido llamado endolinfa cuando la cabeza se mueve.
Dentro del oído interno, las células sensoriales y la endolinfa se encuentran dentro de una serie de tres canales semicirculares. Cada canal se asienta en un ángulo diferente y está especializado en detectar un tipo específico de movimiento, explica la Asociación Estadounidense de Habla, Lenguaje y Audición. Las personas detectan movimiento hacia arriba y hacia abajo, movimiento de lado a lado y movimientos de inclinación. Los canales se sientan en ángulos rectos entre sí. Cuando los pelos sensoriales detectan el movimiento del líquido de la endolinfa dentro de los tres canales, los impulsos nerviosos se envían al cerebro. Luego, el cerebro interpreta estas señales para determinar si el cuerpo se está moviendo y dónde está espacialmente.
El oído interno no es el único responsable del equilibrio y el equilibrio. Es una parte de un sistema conocido como el sistema vestibular, que es responsable de mantener el equilibrio. Otros órganos sensoriales, como los ojos, la piel, los músculos y las articulaciones, también envían señales al cerebro que desempeñan un papel en este proceso, señala la Asociación Estadounidense de Discurso, Lenguaje y Audición. El cerebro interpreta las señales de otros órganos en el sistema vestibular junto con información del oído interno para detectar y mantener el equilibrio.