El color de la luz tiene un impacto directo en el crecimiento de las plantas, especialmente en las longitudes de onda rojas y azules, según la Universidad Estatal de Colorado. La exposición a la luz azul fomenta el crecimiento de las hojas, y una combinación de rojo y rojo. La luz azul estimula el desarrollo de la flor de la planta.
La luz roja y azul promueve la fotosíntesis más que la luz verde y amarilla, pero la intensidad y la duración de la luz también afectan el crecimiento de las plantas. Las condiciones interiores típicas proporcionan mucha menos luz que las condiciones exteriores. La iluminación interior se adapta mejor a las plantas de interior que requieren poca luz. Los requisitos de luz y las tolerancias de las plantas al aire libre van desde el pleno sol hasta la sombra cerrada.