Los tejones de miel tienen una fuerte inmunidad al veneno de las serpientes y los escorpiones. También tienen otras características físicas que los protegen de las mordeduras y picaduras envenenadas.
Los tejones de miel, o ratels, comen tantas serpientes y escorpiones que desarrollan una inmunidad natural al veneno de estos animales. Tienen una baja sensibilidad al veneno como especie y tienen características similares a sus parientes de la mangosta. Algunos datos científicos sugieren que toda una vida de pequeñas picaduras de animales venenosos, como abejas, escorpiones y serpientes, ayuda al tejón de la miel a desarrollar una inmunidad contra el veneno.
Además de desarrollar inmunidad, los tejones de miel tienen cualidades físicas que les ayudan a evitar las mordeduras y picaduras de animales venenosos. Tienen una piel dura, lo que dificulta la inyección de veneno en sus cuerpos. Su piel también está muy suelta, lo que les permite voltear y morder a cualquier animal que intente atacarlos y envenenarlos. Son rápidos, inteligentes y feroces. Estas características significan que el tejón de la miel tiene menos probabilidades de ser mordido y menos reactivo al veneno de las serpientes, escorpiones y abejas.
En la naturaleza, los observadores han visto serpientes que muerden a los tejones de miel, han visto a los tejones hinchándose y mostrando signos de angustia y luego durmiendo. Después de que los tejones de miel se despiertan, se alejan, sin mostrar evidencia de haber mordido un bocado que hubiera matado a casi cualquier otro animal.