Las adaptaciones de comportamiento encontradas en los caballos incluyen la capacidad de dormir de pie, las tendencias de socialización en los rebaños, el desarrollo de recuerdos largos y el instinto de huir como parte de la respuesta de lucha o huida. > Los caballos domesticados a menudo desarrollan cambios de comportamiento individuales basados en su entorno.
Los caballos pueden dormir de pie debido al "aparato de retención" arraigado en la anatomía de la pierna. Las patas delanteras se bloquean, lo que les permite dormirse sin caerse. Dado que los caballos son animales de presa, la capacidad de dormir de pie les permite reaccionar rápidamente ante un depredador huyendo.
Del mismo modo, la respuesta de lucha o huida en los caballos es huir. Cuando se enfrentan a una fuente de ansiedad o miedo, como un depredador, su primer instinto es huir de él. Si el vuelo no es posible, recurren a movimientos defensivos, como patear y morder.
La posición de los caballos como animales presa también los ha hecho altamente sociales. En la naturaleza, e incluso en situaciones domesticadas, prefieren vivir en manadas. Grupos de caballos se protegen mutuamente de los depredadores montando retiros y defensas juntos. Las manadas también permiten que los caballos protejan a los miembros más débiles del grupo.
Además, los caballos están dotados de largos recuerdos. Si experimentan un encuentro negativo con un objeto, humano u otro animal, lo recuerdan y demostrarán una respuesta de miedo cuando se enfrenten a él nuevamente.