Si bien los dolores de estómago leves pueden experimentarse cuando se ingieren, no hay especies conocidas de orquídeas que se haya demostrado que sean fatales para los gatos. La ASPCA ha determinado que las orquídeas son plantas no tóxicas seguras para los hogares con felinos miembros.
Dado que los sistemas digestivos de los gatos no están diseñados para manipular plantas, un gato que ingiere una orquídea puede vomitar o tener diarrea. Este dolor de estómago es un evento breve y el gato generalmente evita ingerir la planta después de experimentarla. Para los gatos testarudos que continúan molestándose con las orquídeas domésticas, los dueños deben redirigir al gato con juguetes nuevos o golosinas para alejar la atención de la planta. Almacenar la orquídea en un lugar donde no se pueda acceder a ella es una forma ideal de evitar que el gato ingiera la planta.