Los huevos cocidos son buenos para los perros con moderación porque contienen proteínas y nutrientes fácilmente digeribles. Sin embargo, los huevos crudos no se recomiendan debido al riesgo de salmonella u otras enfermedades bacterianas.
Generalmente, no se recomienda más de un huevo por día para el perro promedio, ya que demasiados pueden causar malestar digestivo o aumento de peso. Los perros pueden comer todo el huevo, incluida la cáscara, que proporciona calcio. Los huevos duros a menudo se recomiendan ya que son los más fáciles de alimentar, pero cualquier método de cocción es aceptable siempre y cuando no se agregue mantequilla, aceite o condimento. Además del riesgo de contaminación, los huevos crudos contienen una proteína llamada avidina, que puede causar deficiencia de biotina si se consume regularmente.