Los primeros astrónomos griegos llamaron a la galaxia "Via Lactea" en referencia a la pálida banda de luz formada por estrellas a lo largo del plano galáctico. El origen del nombre, que se traduce como "Camino de la leche", se ha perdido en el tiempo.
No fue hasta 1610 que el astrónomo italiano Galileo descubrió que la brillante banda por la que se llamó la Vía Láctea estaba formada por miles de millones de estrellas individuales. Sir William Herschel afirmó por primera vez que nuestra galaxia tenía la forma de un disco a fines del siglo XVIII. Esta teoría fue probada en 1920 cuando el astrónomo Jacobus Kapetyn desarrolló un método de paralaje para medir las distancias entre las estrellas.