Las medusas no respiran de manera típica, ya que no tienen sistema respiratorio; sus membranas ultra delgadas son capaces de difundir el oxígeno en sus células del agua que las rodea. Debido a su composición física, las medusas realmente requieren mucho menos oxígeno que muchas otras criaturas marinas.
La estructura de una medusa incluye tres capas; una epidermis externa, una gastrodermis interna y una capa intermedia llamada mesoglea, que es muy elástica y similar a la gelatina, de ahí el nombre. La capa intermedia no requiere oxígeno para sobrevivir, por lo que los requerimientos de oxígeno de las medusas son tan bajos. Además de la facilidad con la que obtienen oxígeno y sus bajos requisitos, la capa de mesoglea también puede almacenar oxígeno, lo que permite que las medusas prosperen en condiciones que son pobres en oxígeno.