El átomo como concepto se remonta a alrededor de 460 aC. cuando el filósofo griego Demócrito originó tanto la idea como el nombre. Aunque la idea fue ignorada por los filósofos posteriores de su era, el concepto resurgió y ahora es un componente indispensable de la física moderna.
Demócrito postuló que en el proceso de romper un elemento debe haber un punto final en el que no se pueda seguir rompiendo. A esta pieza final, inquebrantable, la llamó el átomo. Aunque la física moderna afirma que los átomos en realidad se pueden dividir en partículas más pequeñas, el átomo sigue siendo la unidad individual completa más pequeña de un elemento.