Los antiguos romanos trabajaban en varios tipos de trabajos, incluidos la agricultura, el comercio, el ejército, el entretenimiento, la justicia, la enseñanza, la artesanía y el gobierno. Solo las personas libres tenían empleos remunerados; los esclavos solo trabajaban para vivienda y comida.
La mayoría de los romanos vivían en el campo, y trabajaban como agricultores, ya sea para ellos mismos o como empleados de otros. Debido a que el ejército romano era muy grande, ser un soldado era un trabajo popular y bien pagado. Como regla general, solo las personas ricas e influyentes podrían obtener trabajos en el gobierno, la ingeniería y la enseñanza. Esto se debía a que estas profesiones requerían un mayor grado de educación.