Los principales tipos de suelo que se encuentran típicamente en el bioma de la taiga son el spodosol, el histosol y el inceptisol, todos los cuales contienen muy pocos nutrientes. También hay grandes áreas de taiga en América del Norte y Europa que tienen muy poco o nada de suelo, debido a que es raspado por los glaciares.
El spodosol, que se encuentra en gran parte de los bosques boreales del sur, es altamente ácido debido a las agujas de los árboles de coníferas. Los nutrientes más importantes se filtran a través del suelo de spodosol y en el suelo debajo.
El histosol se desarrolla en los humedales que se forman como resultado de que el agua no puede drenar debido a la topografía circundante, el permafrost o los ríos. Este suelo se caracteriza por su alto contenido de turba y se produce en una gran parte de la taiga desnuda. Estos humedales son en su mayoría responsables de la gran cantidad de insectos que dominan la taiga durante ciertos meses.
Inceptisol es un tipo de suelo muy poco desarrollado que se caracteriza por tener muy poca o ninguna capa clara. Esto generalmente ocurre como resultado de un anegamiento continuo y /o la roca de fondo resistente a la intemperie que se encuentra justo debajo de la mayoría de la taiga. Algunas áreas de la taiga también pueden contener gelisol, un suelo bien estratificado caracterizado por la presencia de permafrost, pero esto generalmente se encuentra más hacia el polo en la tundra.
