El clima afecta la temperatura, la cantidad de agua y la cantidad de luz solar en un área. Estos factores afectan el aspecto de la tierra, así como los tipos de plantas y animales que pueden sobrevivir en el bioma. Cuando el clima cambia drásticamente, puede tener graves impactos negativos en el bioma.
La temperatura y la cantidad de agua y luz solar que un área obtiene constituyen los componentes básicos del clima. En algún lugar con escasas precipitaciones, altas temperaturas y grandes cantidades de luz solar, se puede producir un clima seco y árido, por ejemplo. Esto a su vez crea un bioma desértico. Las plantas y los animales evolucionan en respuesta a este clima severo para conservar la mayor cantidad de agua posible, y los animales a menudo se vuelven nocturnos para lidiar con las altas temperaturas.
Alternativamente, en algún lugar con mucha agua, luz solar moderada y temperaturas moderadas a altas crea un bioma tropical, lleno de exuberante vida vegetal y muchas especies diferentes de animales. Las temperaturas frías con poca luz solar, como en las regiones ártica y antártica, desarrollan menos animales y organismos debido al clima.
El clima es una de las partes más importantes de cómo evoluciona un bioma. La geografía también tiene un gran impacto, ya que afecta la cantidad de agua, el tipo de suelo y la elevación.
