Un urólogo realiza una amplia gama de pruebas, entre las que se encuentran las más comunes, entre ellas la cistoscopia, la biopsia renal y las pruebas de imagen del tracto urinario. Este tipo de médico está altamente capacitado en trastornos del tracto urinario.
Un urólogo es un cirujano especializado que examina y trata las afecciones del sistema urinario, desde el riñón hasta la uretra. La cistoscopia es una prueba que consiste en colocar una cámara en la vejiga urinaria para detectar problemas. Una biopsia de riñón es importante para determinar si el trastorno está surgiendo a nivel del riñón. Un urólogo también realiza muchos tratamientos, incluso en próstata, vasectomías y circuncisiones.