Según Melodie Anne Coffman para The Nest, los gatos y los humanos comparten muchas similitudes anatómicas dentro de los pulmones, el corazón, el sistema digestivo, el tracto urinario y los órganos sexuales. Los gatos también comparten elementos muy básicos de la anatomía con los humanos, incluidos ojos, bocas, orejas, narices, huesos, lenguas, dientes y piel.
El gato y los humanos comienzan la digestión en la boca y pasan los alimentos a través de un tracto esofágico, estómago, intestino delgado, intestino grueso y colon. Los gatos también tienen un hígado, páncreas y dos riñones, que trabajan juntos para ayudar en la digestión y la micción. El papel de estos órganos es idéntico a su papel en los seres humanos. Por ejemplo, el páncreas de un gato secreta jugos digestivos, llamados enzimas, para ayudar a los intestinos a descomponer los alimentos una vez que han dejado el estómago. Los riñones de un gato, como los de un humano, funcionan al filtrar las sustancias dañinas e innecesarias de la orina antes de que continúe su camino a través del tracto urinario. Los gatos y los humanos poseen uréteres, que son los tubos conectivos que mueven la orina de los riñones a la vejiga. Coffman explica que si bien el período de gestación de las gatas es diferente al de los humanos, poseen los mismos órganos reproductores que las hembras humanas, incluidas las trompas de Falopio, los ovarios, el útero y la vagina. Los gatos machos también son similares a los humanos debido a la presencia de una próstata, testículos y pene.