Una de las especies de delfines más inusuales del mundo, los delfines de Hector han desarrollado varias adaptaciones que les permiten sobrevivir en los océanos que rodean Nueva Zelanda. Estas adaptaciones incluyen un tamaño corporal relativamente pequeño, marcas contrastantes Y una estrategia de caza única. Además, los delfines de Héctor comparten algunas adaptaciones con todos los delfines, como sus orificios, que les permiten respirar mientras están bajo el agua.
Los delfines de Hector son los delfines marinos más pequeños del mundo. Este pequeño tamaño es probablemente una adaptación que les permite tener éxito en su hábitat preferido: aguas poco profundas, cercanas a la costa. Los delfines de Hector han desarrollado comportamientos de alimentación que se adaptan a su morfología, hábitat y estilo de vida. Al alimentarse, los delfines de Héctor realizan una serie de inmersiones cortas para atrapar alimentos. Si bien los científicos no saben exactamente por qué, los delfines de Hector no producen los silbidos que son comunes entre otros delfines. En su lugar, solo emiten clics cortos y de alta frecuencia para ecolocalizar a sus presas y comunicarse.
Los delfines de Hector están listados como "en peligro crítico" por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Algunos científicos estiman que hay 7,000 individuos en el mundo. Debido a que los delfines de Hector tienen una tasa reproductiva lenta, y las hembras producen un solo becerro cada dos o cuatro años, su futuro es incierto.