Una de las pirañas de adaptación que exhiben es que nadan en las escuelas, especialmente cuando aún son jóvenes. Es un mecanismo de defensa contra sus depredadores naturales. A pesar de su ferocidad, muchos animales se aprovechan de las pirañas, incluidas las aves, las serpientes de agua, los tiburones, las pirañas adultas y los humanos.
Las pirañas son animales carnívoros, y sus estructuras de dientes y mandíbulas están altamente adaptadas para cortar y desgarrar la carne de sus presas. Sus poderosas mandíbulas y sus pequeños dientes triangulares y afilados como cuchillas están dispuestos de manera similar a los dientes de tiburón, lo que les permite pinchar y cortar rápidamente la carne de su presa. Las pirañas tienen escamas gruesas en sus cabezas, que sirven como amortiguador cuando sus cabezas chocan contra las carcasas en las que se alimentan.