Los niveles de azúcar en la sangre en ayunas por encima de 300 son peligrosos y requieren atención médica inmediata. El rango normal es de 90 a 160; Los ajustes dietéticos y el ejercicio suficiente son las formas más efectivas de reducirlos, informa la Universidad de Washington.
Los niveles de azúcar en la sangre que van de 160 a 240 se consideran "demasiado altos", mientras que los niveles de 240 a 300 se consideran muy altos e indican que la diabetes está "fuera de control". Mantener los niveles de azúcar en la sangre cerca de lo normal reduce el riesgo de desarrollar complicaciones serias, incluso mortales; la diabetes no controlada puede causar daño renal, ceguera, daño a los nervios y otras afecciones graves.