Los pies ardientes progresivos o persistentes son un síntoma de daño a los nervios como resultado de enfermedades como la diabetes o el alcoholismo, la exposición a toxinas, las deficiencias en ciertas vitaminas B y el virus de inmunodeficiencia humana, según la Clínica Mayo. Breve o los períodos poco frecuentes de ardor en los pies pueden ser debidos al pie de atleta o pies cansados.
La dolorosa sensación de calor puede variar de leve a grave, señala la Clínica Mayo. Las personas con pies quemados pueden experimentar entumecimiento o parestesia, la sensación de que los pies se atascan con agujas y alfileres, o ambos.
Cuando el pie de atleta es la causa de la sensación de ardor, los tratamientos antimicóticos de venta libre como terbinafina o miconazol pueden aliviar los síntomas y curar la infección, según WebMD. Los medicamentos recetados para los síntomas del daño nervioso incluyen la gabapentina, la desipramina y la carbamazepina.