Un nivel de azúcar de 600 miligramos por decilitro o más puede poner a una persona en un coma diabético, según WebMD. Un coma diabético también se conoce como síndrome hiperosmolar diabético. Los síntomas de un coma diabético pueden incluir un estado mental alterado, problemas con la visión, dificultad para hablar y parálisis.
Un coma diabético es el resultado de niveles extremadamente altos de azúcar en la sangre. Cuando los niveles de azúcar son altos, la sangre se vuelve más espesa y pasa a la orina. Esto indica que el cuerpo necesita filtrar el exceso de azúcar; de lo contrario, la deshidratación rápida, el coma e incluso la muerte pueden establecerse si no se tratan.