Si no se trata, los dedos en martillo pueden volverse rígidos, una afección que requiere cirugía para corregirla, explica la American Podiatric Medical Association. Las opciones quirúrgicas para tratar los dedos en martillo rígidos incluyen la resección articular y la fusión articular, según el American Orthopedic Foot & Sociedad de tobillo.
La cirugía de resección articular implica cortar ligamentos y tendones de los dedos de los pies, junto con la extracción de piezas de hueso, para crear dedos más rectos, afirma el American Orthopedic Foot & Sociedad de tobillo. Los cirujanos insertan los pasadores para ayudar a mantener los dedos de los pies rectos mientras se curan y retiran los pasadores dentro de las tres o cuatro semanas posteriores a la cirugía.
Durante la cirugía de fusión de la articulación, los cirujanos extraen una parte de la articulación del dedo del pie e insertan un trozo de alambre para enderezar el dedo del pie, explica WebMD. El alambre permite que los huesos de los dedos de los pies se fusionen a medida que los dedos se curan. El cirujano retira el cable de cuatro a seis semanas después de la cirugía.
Los dedos en martillo flexibles pueden o no requerir cirugía correctiva, señala la Asociación Médica Americana de Podiatría. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen almohadillas y dedos de los pies para reducir el dolor y la incomodidad. Los insertos personalizados para zapatos ayudan a corregir los dedos en martillo y previenen que los dedos en martillo se vuelvan rígidos.
Los tratamientos quirúrgicos para los dedos en martillo flexibles incluyen transferencias de tendón, según el American Orthopedic Foot & Sociedad de tobillo. Durante este procedimiento, los cirujanos manipulan y desvían los tendones para enderezar los dedos de los pies. Los riesgos potenciales de cualquier cirugía de dedo en martillo incluyen infección, coágulos de sangre y daño a los nervios y vasos sanguíneos.