La mezcla de blanqueador con vinagre provoca una reacción química que libera gas de cloro, que puede ser muy peligrosa. El gas de cloro ataca las membranas mucosas y causa una quemazón dolorosa en los ojos, la garganta y los pulmones. La inhalación de gas de cloro puede causar edema pulmonar, que puede, en casos graves, ser fatal.
El blanqueador de cloro contiene ácido hipocloroso, que es un oxidante fuerte. La mezcla del ácido hipocoloroso con otro ácido, como el ácido acético que se encuentra en el vinagre, disminuye el pH del blanqueador, lo que aumenta su poder oxidante. Agregar vinagre a la lejía lo convierte en un limpiador más poderoso, pero con el efecto secundario de liberar altos niveles de gas de cloro. El riesgo para la salud del gas de cloro es tan grande que se usó como arma durante la Primera Guerra Mundial y, más recientemente, por grupos insurgentes durante la Guerra de Irak.