Cuando el músculo y el tejido óseo no se usan, comenzarán a encogerse y se perderán, lo que se conoce como atrofia. La atrofia, aún menor, en el músculo o el hueso puede causar cierta pérdida de fuerza y movimiento. Normalmente, algunas atrofias pueden ocurrir a medida que las personas envejecen.
Hay dos tipos de atrofia en los músculos. La más común es la atrofia por desuso, que ocurre cuando las personas no usan sus músculos lo suficiente. Se puede revertir al establecer mejores hábitos de dieta y ejercicio.
La atrofia neurogénica es más grave. Ocurre cuando hay una enfermedad o lesión en un nervio conectado al músculo. A diferencia de la atrofia por desuso, que puede ocurrir lentamente con el tiempo, la atrofia neurogénica puede ocurrir de repente.