Los radioisótopos son isótopos radiactivos. Tienen núcleos atómicos inestables debido a un desequilibrio entre protones y neutrones. Los radioisótopos también son altamente energéticos y emiten energía y partículas cada vez que se descomponen en su forma más estable.
Cada tipo de radioisótopo tiene su propio período de desintegración. Esta es la cantidad de tiempo que tarda el radioisótopo en volver a una forma estable. Para estabilizarse, el radioisótopo debe emitir partículas de alta energía. Estos pueden ser en forma de rayos alfa, beta o gamma. Muchos radioisótopos tienen usos médicos. Por ejemplo, muchos procedimientos de medicina nuclear utilizan radioisótopos de rápida descomposición para visualizar ciertas partes del cuerpo en una película radiográfica.