Algunos elementos altamente reactivos son flúor, sodio, potasio, litio y oxígeno. Los elementos reactivos liberan grandes cantidades de energía cuando se combinan con otros elementos. Algunos se empañan en el aire o explotan en el agua.
El flúor es un gas amarillo-verde pálido extremadamente reactivo. Reacciona violentamente con casi todo, incluyendo metales, lana de acero e incluso vidrio. Sin embargo, cuando el flúor se combina con otros elementos, el resultado es extremadamente estable. Uno de estos materiales es el teflón, que es casi impermeable al ataque químico.
El sodio es tan reactivo que explota cuando entra en contacto con el agua. Esto puede producir gas de hidrógeno inflamable o hidróxido de sodio. Aunque es común en la corteza terrestre, el sodio nunca se encuentra en su estado puro, pero debe aislarse de los compuestos.
El potasio, un elemento vital para la buena salud, es incluso más reactivo que el sodio. También explota si está expuesto al agua, creando llamas purpúreas. El potasio se vuelve negro rápidamente si está expuesto al aire. Es crucial para el buen funcionamiento de las células nerviosas en el cuerpo.
El litio no explota en el agua, pero es tan ligero y suave que flota. El contacto con el aire hace que se deslustre rápidamente. El oxígeno tiene la capacidad de reaccionar con una gran variedad de compuestos orgánicos y es necesario para la vida.