Los descomponedores en el desierto del Sahara incluyen hongos, bacterias, escarabajos, lombrices de tierra y milpiés. Los descomponedores están al final de la cadena alimenticia y sirven para descomponer animales muertos, plantas muertas y excrementos mediante la alimentación. Fuera de estas sustancias y devolviéndolas al suelo.
Debido a las duras condiciones ambientales del Sahara, no hay muchos descomponedores que puedan sobrevivir. Los hongos y las bacterias son dos de los descomponedores más comunes en el Sahara. Las bacterias son especialmente adecuadas para este entorno porque las partículas son muy pequeñas y pueden sobrevivir en el aire.
En una cadena alimenticia típica, una planta, también conocida como productora, es consumida por un animal, también conocido como consumidor. Ese animal, un consumidor herbívoro o consumidor primario, es comido por otro animal, un consumidor carnívoro o consumidor secundario. Los desechos del consumidor carnívoro son procesados por los descomponedores, que devuelven los nutrientes al suelo para que la planta pueda crecer nuevamente. Este ciclo hace que los descomponedores sean vitales para el ecosistema. Todas las plantas, animales y descomponedores del Sahara se han adaptado para sobrevivir en el medio ambiente extremo.
El Sahara es el desierto caliente más grande del mundo y está ubicado en el norte de África, abarcando nueve países.