La fricción es la razón por la que los humanos pueden controlar dónde se mueven o por qué los objetos pueden permanecer en un lugar, pero también es la razón por la que debemos usar la fuerza y perder energía para mover objetos y por qué muchos materiales se desgastan y romper. La realidad de la fricción permite que las máquinas funcionen, que los humanos caminen y que los autos conduzcan. Sin embargo, la fricción también significa que la energía debe ejercerse constantemente para mover cualquier objeto.
Cuando dos superficies están en contacto, la fricción evita que esas superficies se deslicen una contra otra. Todas las máquinas hacen uso de la fricción y sin ella no tendrían ningún uso. Sin embargo, la fricción hace que mover objetos grandes sea extremadamente difícil y hace que las superficies se desgasten y rompan. La fricción es una restricción física, pero también hace posible el movimiento controlado y el trabajo.