Los lobos tienen varias adaptaciones clave para ayudarlos a sobrevivir: tienen miembros posteriores fuertes, pies con cinco dedos especializados y dientes robustos para facilitar la supervivencia en condiciones difíciles. Los lobos tienen características físicas clave para ayudar a atrapar y consumir presas. También pueden durar hasta dos semanas sin alimentarse, tiempo durante el cual sus metabolismos se vuelven más lentos.
Los lobos se construyen como los autos deportivos: tienen marcos delgados y livianos y estructuras delgadas, lo que los hace rápidos y aerodinámicos. Estos depredadores pueden correr a gran velocidad, gracias a sus poderosas patas traseras y sistema muscular, y cubrir grandes distancias a pie. Los lobos se clasifican como digitígrados, lo que significa que solo sus dedos tocan el suelo cuando caminan. Esto esencialmente convierte sus pies en pequeños resortes, lo que los hace aún más rápidos. Las patas delanteras de los lobos tienen cinco dedos, especialmente adaptados para desgarrar pieles y pieles gruesas de mamíferos en pastoreo, que son sus principales fuentes de alimento. Los lobos tienen enormes dientes caninos para pinchar y cortar la carne y extraer la carne de los huesos, y tienen molares capaces de aplastar a través de los huesos de los animales. Por último, los lobos tienen estómagos grandes y simples que son adecuados para almacenar alimentos en lugar de facilitar la digestión rápida. Los lobos pueden comer 20 libras de comida a la vez y luego ir durante dos semanas antes de volver a alimentarse.