Un alto nivel de inmunoglobulina A en la sangre es indicativo de una posible enfermedad autoinmune, como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, según WebMD. Los niveles altos de IgA también se asocian con enfermedades hepáticas como hepatitis crónica o cirrosis y mieloma múltiple.
Las inmunoglobulinas IgA protegen las superficies corporales que están expuestas al medio ambiente y, por lo tanto, a organismos extraños. La inmunoglobulina A está presente en la nariz y en las vías respiratorias, el tracto digestivo, los ojos, los oídos y la vagina, así como en los fluidos corporales, como la saliva, las lágrimas y la sangre, explica WebMD. El rango normal para los niveles sanguíneos de IgA es de 60 a 400 miligramos por decilitro.