Si bien sus propiedades no son las mismas, el aceite de árbol de té es un buen sustituto de la sal de Epsom en el baño. La terapia a base de hierbas fortalece el sistema inmunológico del cuerpo e incluso se puede usar como enjuague bucal . Agregar el aceite al agua tibia puede mejorar la función respiratoria.
La sal de Epsom en sí misma no es en realidad una sal, es un compuesto mineral natural compuesto de sulfato y magnesio. Su nombre deriva de un manantial salino ubicado en Epsom en Surrey, Inglaterra. La "sal" se absorbe fácilmente a través de los poros de la piel, lo que a su vez proporciona una variedad de beneficios para la salud.
Se ha confirmado que el baño reduce la inflamación, mejora la función nerviosa y ayuda a las personas que padecen endurecimiento de las arterias. Los sulfatos en la sal de Epsom contribuyen a eliminar las toxinas del cuerpo y aliviar el dolor de migraña.